Con el trabajo de Julen Iztueta, diseñador y ojito derecho confeso de Anna, y la aportación del resto de compañeros -entre los que se encuentra Pau, hermano trillizo de Anna- nacieron estas letras que alternan mayúsculas y minúsculas en una misma palabra y que, para Marc, son el mejor ejemplo de que como mejor se trabaja es “sumando capacidades”, el lema de la tipografía que está disponible de manera gratuita para los particulares en la página web de Anna. El éxito del proyecto es tal que ya diseñan también, en colaboración con otra empresa fundas para iPad en los que las nubes que tanto le gusta dibujar a Anna son protagonistas. El Manchester City sacó el año pasado una camiseta de edición limitada que estaba inspirada en las últimas nueve equipaciones, un reto mayúsculo que acabó en fracaso. La base que acumula 314 internacionalidades, más que cualquier otro en hombres o mujeres, abrió la puerta de una más que probable colaboración con la FEB cuando deje de jugar definitivamente. El diseñador, que en algunos casos ejerce de profesor, encarga además tareas para casa a la joven como recortar letras y agruparlas según las similitudes.
Cada año la mayoría de clubs se ponen en manos de los diseñadores para que confeccionen la camiseta de la nueva temporada, que muchas veces se convierten en todo un éxito, con miles o millones de ventas, pero en ocasiones las elásticas pasan a la posteridad por la poca acogida entre el público e incluso se convierten en motivo de crítica y mofa. En el caso de esta competencia, el tono del maillot ha sido modificado en varias ocasiones. Este año, en cambio, la primera equipación no ha provocado controversia, aunque la tercera camiseta, con un tono rosa fluorescente que se estrenó ante el Girona, ha creado discrepancias entre la afición. Barcelona para ofrecer la posibilidad de que las letras diseñada por Anna pudiesen estar presentes en la equipación del Barça. El buen recibimiento ha sido rotundo y en las poco más de dos semanas que lleva funcionando ya se la han descargado más de 9.000 personas.
Hagas lo que hagas, siempre podrás presumir de equipo. Barcelona, y ahora el club está estudiando la viabilidad -algo que depende también del departamento de marketing- de incluir las letras incluso en las camisetas del primer equipo. Las bromas se multiplicaron, pero ajenos a cualquier comentario repitieron con un diseño parecido en la temporada siguiente. Un diseño entre original y esperpéntico. El Barça apostó el curso anterior por romper las habituales franjas verticales con una camiseta a cuadros y el año que viene podría apostar por un rompedor diseño inspirado en el escudo del club. Los únicos éxitos deportivos los aportaron las secciones, especialmente el equipo de baloncesto que en 2003 consiguió ganar la Euroliga. Más elegantes trataron de ser en la Cultural Leonesa en el curso 2014/15 con una camiseta que intentaba parecerse a un esmoquin. En el CF Palenci a, en cambio, se quitaron el esmoquin e incluso la camiseta en la temporada 2016/17. El club palentino apostó por una equipación completa que imitaba la musculatura humana, dibujando todos los músculos del torso y también de los muslos. Madrid, 4 dic (EFE).- La equipación de las selecciones españolas de balonmano -masculina y femenina- se ha convertido en un reclamo interesante para el sector del patrocinio y la Federación Española de Balonmano prevé facturar ya en 2016 una cifra cercana a los 1,7 millones de euros por este concepto.
En el modesto club La Hoya Lorca CF ya innovaron con la comida, aunque con un resultado controvertido, en la temporada 2012/13. El equipo de la región de Murcia, conocida como la huerta de Europa, optó en este caso por el brócoli para inundar de verde una de las camisetas de su equipo. Los dirigentes leoneses quisieron transmitir la clase que desprende una prenda tan distinguida, pero el resultado no pudo estar más alejado de ese objetivo. El Athletic, club de referencia en España y en el mundo, con una historia ejemplar de más de cien años, fue el centro de las críticas en la temporada 2003/04, cuando el pintor Darío Urzay diseñó una prenda bautizada popularmente como la camiseta del ketchup. Por la prenda del tenista mallorquín se han pagado 20.500 euros, muy por encima del segundo objeto más valorado, que han sido 6.200 euros por la camiseta usada por Juan Carlos Navarro en su último partido con la selección española, cuando los españoles lograron el tercer puesto de los Juegos Olímpicos de Río en 2016 tras ganar a Australia. Tan tremendo elenco de títulos ha sido posible gracias a que jugadores de la talla de Fernando Martín, Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Rudy Fernández, Marc Gasol, José Manuel Calderón o Ricky Rubio han vestido la camiseta de la selección.
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